La tumba de Nachito
El panteón de Belén es un cementerio que está ubicado en la zona centro de Guadalajara Jalisco. Aunque este recinto fue clausurado en 1896. Sigue siendo famoso debido a la gran cantidad de historias y leyendas que se cuentan sobre él. En esta ocasión toca el turno a “La tumba de Nachito”.
Nachito era hijo de la familia Torres Altamirano, un niño aparentemente normal, a excepción que desde el primer día de nacido, mostró un pánico desmedido a la oscuridad, así como a los lugares cerrados. Para que pudiera descansar sus padres abrían puertas y ventanas y a falta de luz eléctrica, iluminaban su habitación con velas.
Se dice que unos pocos días después de haber cumplido el año de edad, una ráfaga de viento se coló por las ventanas abiertas apagando las velas, dejando a Nachito en total oscuridad, el pobre pequeño no puedo resistir el terror de encontrarse a oscuras y murió de un infarto.
Su cadáver fue sepultado en el Panteón de Belén en un entierro sencillo. Al día siguiente, el encargado del Panteón encuentra la tumba abierta y creyendo que habían intentado profanarla, devuelve la lapida a su lugar. Pero la mañana siguiente, la tumba es abierta de nuevo y así sucede por diez días seguidos. Hasta que las autoridades del panteón se deciden a hablar con la familia Altamirano. Los padres del pequeño hablan de la extraña condición que su hijo sufría en vida y acordaron entonces, sacar al niño de la tumba y ponerlo en alto en un ataúd cantera, pues así recibiría directamente los rayos del sol y de la luna para no seguir teniendo miedo aun después de muerto.
Las personas que visitan el panteón, comentan que sienten la presencia del niño. Y han visto que se mueven los juguetes que la gente deja sobre su tumba. Click para ver mas leyendas
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